Volví...

Hartos puentes se han construido sobre las cristalinas y a veces turbias aguas del tiempo.

 Pero héme aqui nuevamente, cual fiel perro junto al arbol que el mismo plantó, regó y comió de sus frutos muchas, pero muchas lunas atrás.
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Me fui de USA en éste Abril pasado.
Simplemente miré hacia atrás, no vi a nadie y empecé a hacer mis maletas.
Atrás dejé los horarios, mi reloj, mi jefe, mis eternos viajes al trabajo y la tán poco notoria rutina americana de Washington DC y su area.
De un 19 piso del Skyline Plaza en Falls Church, me enterré en la pradera de tierra roja y húmeda de mi Parcela en el Mauco. 

Con otro sueño a empezar.....construir mi propia cabaña.
Y llegué a Chile.
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Valparaíso me esperaba llorando durante dos dias, donde sus techos brillosos y su gris horizonte, camuflaban en parte esas casas aún pinduradas de sus cerros.                              

El mar, ni hablar, como que lo ví coqueteándome al azotar y azotar sus olas hechas espuma, 

en esa larga costanera…… o quizás de bronca por esa larga espera.
Y nuevamente volvi a esas calles y vi tánta gente caminando, vi tánto auto corriendo por esas mismas calles y ví tánto negocio nuevo, negocio mas chico, negocios ambulantes, luchadores empedernidos ávidos de llevar sus monedas a casa                                               

 Ví harto movimiento y me gustó.

Tambien reparé en la actitud del rostro de cada persona de mi viejo puerto.                           

  Y no sé si será que vengo de un pais donde casi todos andan con esa mirada de tontos, donde su trasparecia para nosotros los latinos es....tonta, o si será que en mi ciudad natal los encontré a todos vivos, o demasiado vivos. 

Y hablo del chofer de la micro, de la Sra. que vende flores, del panadero, del diarero, en fin, 

hablo de todo el mundo con el cual cruzaba una mirada. 

No vi en ninguno de ellos esa mirada casi sonriente del tipico americano, que quizás escondido en una sonrisa de temor, te otorga un "hi"...que no convence a nadie, 

o al menos a ninguno de nosotros los de casta criolla.

Vi un Valparaiso luchando por sobrevivir, me encontré con gente llorando aprietos economicos y gente gastando en locales llenos. 

He notado en este aspecto, que a nosotros los chilenos nos encanta andar llorando y quizás hasta sea un vicio, porque en todo caso no vi nunca tanta pobreza como para poder decir, 

bajo MI prisma, que las cosas estan peor que cuando me fui.....porque yo las veo mejor. 

Veo a mis amigos, veo a mis vecinos, veo mi familia y sin ver abundancia , veo más que suficiente.
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Volvi a escuchar cada jueves las campanas de la Catedral llamando a la Misa de 7. Volvi a oir el pito incomparable del Afila-cuchillos, volvi a sentir el casi lamento del vendedor de Motemey, volvi a oir el mambo acompasado del camion del Lipigas, volvi a seguir la vaguada costera en su fuga matinal hacia la cordillera de la costa y la vi nuevamente llegar arrastrandose, en las tardes, asi como pidiendo perdón, en su retorno hacia el mar.         Volvi a escuchar el diario cantado y comencé incluso a reirme a carcajadas con los tonys que suben a las micros, a sorprenderme con la extensa gama de malabaristas de luces rojas y......volvi a ver tánto y tánto.

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Necesitaria escribir un libro para hablar de este nuevo Valparaiso, que solo me espero a mi....para ser Patrimonio de la Humanidad.                                                                            

Vi mi Cerro Alegre lleno de Hostales, sus Miradores hermoseados, su plan lleno de Pubs, Restaurantes por todos lados , turistas metiéndose a casas, proyectos ya empezados, proyectos planeados y proyectos rechazados. Puta que hay proyectos en este nuevo Valparaiso.
He disfrutado del mar hasta mas no poder y me he comido toda la extensa gama de mariscos imaginable.                                                                                                            Me he internado cada Miercoles o Sabado en la Feria y los "sacar a gamba", me han alucinado.
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Y aqui estoy nuevamente. Ya siendo parte oficial de la barra de mi gran Wanderers. LLorando y gozando y puteando tambien contra el equipo, es parte del juego mismo.
Fueron 16 años que soñé este momento que ahora estoy viviendo.
Fueron 16 años que lloré la ausencia de mi Valparaiso querido.
Pero volví...........
Volví...............

wanderito