Poesía Callejera. ''La Pilula''. (Parte 2)



Corre Pilula!!, tú puedes Pilula!!, corre Pilula !!
Los gritos alentadores de los apoderados del Cuarto B, instalados en la parte baja de la tribuna del
Estadio Regional Valparaíso, llegaban lejanos a los oídos de Pilula, que estaba ya instalada en
el punto de partida, junto a las mejores 9 competidoras del género femenino, ya clasificadas para participar en la última Gran Competancia de Atletismo Estudiantil 2012, donde corrían todos los Liceos y Colegios de Chile.
El estadio estaba repleto de apoderados y entusiastas estudiantes que habían llegado temprano a ver la Gran Final en la Categoría 100 Metros Planos.  Pilula había clasificado para esa gran Final y estaba ansiosa, absorta y concentrada para correrla.
Medio Playa Ancha había llegado hasta el estadio y la pista estaba impecable, limpiecita y con su
típico color naranjo bermellón, marcada y separada en 10 posiciones alrededor de todo el campo.
El Juez de Partida anunció: ''a sus puestos'' esperó unos 2 segundos y disparó el arma.
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En el Liceo Nª 5 de Playa Ancha, habían participado 120 alúmnas para llegar al evento Nacional,
y solo habían clasificado 4 para el certamen. De Valparaíso habían clasificado 16 en total.
Y durante 6 días fueron participando las 160 mejores Atletas de todo el país, para ganar en diferentes Categorías.
Pero la más importánte era los 100 Mts. Planos. Y ése era el plato fuerte de aquella tarde en el estadio.
En la mente de Pilula, minutos antes, el tiempo se detuvo, avanzó y retrocedió en fracciones de segundos, solo el disparo inicial la haría volver a la realidad. Y en esas fracciones de segundos recordó lo duro que había sido su entrenamiento con su fiel Mauricio. El Mauri la acompañó en todos sus recorridos, sincronizó todos sus tiempos, la ayudó a elongar, a trotar, la animó y la cuidó durante los dos meses que practicó para la gran competencia.  Y de tal amistad deportiva,
había también nacido el amor. El Mauri se enamoró perdidamente de su partner y siendo un muchacho educado, que ya habíaterminado su Cuarto Medio y cursaba el Segundo año en Leyes, en la U. Católica, no hallaba la forma de ocultar su sentimiento hacia Pilula. Ella lo sabía, ella lo sospechó desde un comienzo, ella estaba segura del amor del Mauri, pero él aún no se le había
declarado. Era tímido. Y de alguna manera ella disfrutaba la situación. Porque se sentía segura al lado del muchacho, se sentía acompañada, se sentía regaloneada y además tenía un excelente instructor para su entrenamiento. Pero no lo quería, o tal vez lo quería pero como un hermano, no le gustaba como hombre para ella. Nunca la había besado, ni abrazado, ni hacerla sentirse
una mujer deseada, como ella ansiaba, como ella constantemente deseaba.  Como lo había hecho aquel muchacho de la playa Las Salinas, en aquel último verano. Todo sucedió 2 meses antes de empezar su entrenamiento para la gran Competencia, y aquella tarde de verano, disfrutando del sol, mientras secaba su cuerpo recién salido del mar, sintiendo los rayos solares que
abrazaban y calentaban su piel, la voz del Bayron sonó casi cómica al hincarse y hablarle: ''me das un poco de bronceador''? -le había dicho- y ella empujada por quizás qué razón extendió la mano hasta su bolso y...se lo pasó sin mediar palabras, simplemente se lo pasó y se quedó mirándolo. Tendría sus 24 años, era indudablemente mayor que ella, que apenas rasgaba los 17,
ya pronto cumpliría su mayoría de edad, pero ella quería sentirse mujer lo antes posible.  Tampoco encontró una razón específica para aceptar que el muchacho la bronceara en la espalda, pero sí captó el placer que le dio al sentir sus manos, ámbas manos, abrazando y deslizando la crema por sus piernas, por su espalda, por su cintura, por entre sus piernas, por cerca, muy cerca de la cercanía de sus abultados y firmes pechos. Se había sentido fascinada por lo insolente del Bayron, por lo caliente del muchacho,porque en la cabeza de la Pilula las dos cosas que llenaban su espacio pensante, eran el atletismo y su constante deseo de sentirse deseada.  Era virgen, pero a su edad, muy pocas existían en éste mundo que se hayan masturbado tanto y tan seguido como ella.
Y el atletismo lo había hallado como un escape, corriendo podía olvidar la excitación que sentía en sus eternas noches de masturbaciones, porque llevaba en su cara el deseo, llevaba en su caminar el deseo, miraba todo con deseo, si no corría.....solo pensaba en que alguien llegaría y la tomaría y......y por eso corría, y corría y corría.
 Enero y febrero se fueron volando y jamás el sol estival dejó huella alguna en la piel de Pilula. Porque se encontraba con el Bayron y se encerraban en su habitación y se pasaban el día entero haciendo el amor.  Se pasaban la semana entera, se pasaron los dos meses enteros teniendo sexo de una y mil maneras que el avanzado muchacho la hacía experimentar y a la vez enloquecer. La Pilula se había enceguecido.
Nunca se había sentido más maravillosa, como en los brazos del Bayron.
''Vente a vivir conmigo a Iquique''- le había dicho el muchacho- ''yo tengo un buen trabajo''.
Mira Bayron -le dijo ella- déjame terminar la Competencia que es en Mayo y después me voy al lado tuyo, aparte que en esa fecha ya habré cumplido mis 18 años.
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El disparo retumbó en la pista, y las 10 finalistas partieron.
Pilula salió disparada de su lugar al segundo que había salido la bala y a sus 9 contendoras las sentía a ambos lados corriendo ya velozmente.
En una carrera de 100 metros planos todo ocurre en segundos, una mala respiración, una leve desconcentración al mirar al lado, un escaso desvíoen la pisada y todo fracasaba al instante, porque te pasaban todas. Pero en los 50 metros corridos la Pilula iba entre las 4 primeras que se habían desmarcado de las otras. Y desde la tribunas un coro incierto y desordenado no traducían con exactitud la frase que de cada garganta salía y que gritaban ''corre Pilula, corre''.
Faltaban escasos 10 metros para cruzar la cinta que marcaba la Meta en los esperados 100 metros Planos, y Pilula sintió que en la Tribuna había gente que merecía fuera ella quien la cruzara primero que nadie, y sintió separadamente las voces de su madre, de su padre, de su hermano menor, del Mauri, de todo su curso el Cuarto Medio y de todo el Liceo Nª 5 de Playa Ancha, gritando y alentando su carrera.  Y sacó fuerzas de flaquezas y avanzó adelante de sus contendoras, y encendiendo aún más las tribunas con enardecidos gritos de felicidad, cruzó la cinta que la hacía la gran ganadora de la Medalla de Oro.

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No le avisó a nadie, cargó su mochila con lo más importante y se marchó al terminal Rodoviario donde la esperaba el Bayron, tomarían el Bus a Santiago, para inmediatamente embarcarse a Iquique.
Los días no cambiaron mucho a los del verano, su pasión encontró eco en el Bayron, que la llenaba de éxtasis a cada instante, comenzaron una vida de eternos enamorados y poco a poco decidieron comenzar a trabajar. Luego sus encierros se fueron dilatando, comenzó a viajar a Santiago a llevar negocios que desconocía y volvía a Iquique donde su amor, donde el amor de su vida. Se sentía plena, satisfecha, amada y acompañada. Sentía que la vida le sonreía.  A ratos recordaba al Mauri y la pena opacaba su alegría, prefería no recordarlo, sabía lo que el muchacho habría sufrido en su partida.
Hacía un año, que atrás habían quedado sus padres, su hermanito, el atletismo, el Mauri, sus compañeras de estudios, su gato, su casa, todo. Hacía un año que era mujer. Hacía un año que se acostaba con su hombre y despertaba con su hombre. Hacía un año que había construído una nueva vida, una nueva Pilula, un nuevo y espléndido futuro.  
Por eso cuando vió entrar la mujer aquella noche, después del terremoto, con un enorme estoque en la mano, y comenzó a propinarle estocadas en el corazón al Bayron, en la cara, en la espalda, en todo el cuerpo, y a la vez gritarle y tratarlo de traidor, de mentiroso, de poco hombre, de maricón, solo atinó a coger la primera ropa que halló, se vistió mientras corría y comenzó a sentir nítidamenete ésta vez, un constante''corre Pilula, corre Pilula,corre por tu vida Pilula''.
Y se lanzó a correr por la carretera....y corrió...y corrió.....corrió como nunca la Pilula....
                                                                      

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